Estrés Laboral
La palabra estrés es mencionada con extremada frecuencia en la actualidad, el estrés es un conjunto de reacciones físicas y mentales que una persona sufre cuando se ve sometida a diversos factores externos que superan su capacidad para enfrentarse a ellos. Dicho de otro modo, es un estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento superior a lo normal.
La popularidad que ha alcanzado el tema del estrés, pone en manifiesto la preocupación que suscita hoy en día. Aunque no siempre tiene consecuencias negativas, muchas veces el estrés representa una oportunidad para poner en práctica nuevos recursos personales, fortaleciendo así la autoestima e incrementando las posibilidades de éxito en el futuro.
El estrés laboral es un tipo de estrés donde la creciente presión en el entorno laboral puede provocar la saturación física y/o mental del trabajador, de tal forma que afectan su salud y puede generar un desequilibrio entre lo laboral y lo personal.
Casi todo el mundo siente estrés laboral en ocasiones, incluso a pesar de que le guste su trabajo. Puede sentirse estresado por los horarios, sus compañeros, fechas de entrega o posibles despidos.
Las causas del estrés laboral son diferentes para cada persona, algunas de éstas pueden ser; la carga de trabajo, pocos descansos, tener demasiadas funciones, las condiciones laborales como por ejemplo, el trabajar de pie, con un clima no adecuado, exponerse a ruidos fuertes o a cosas peligrosas, también el tener problemas con su jefe o compañeros puede ocasionar estrés laboral, así como el preocuparse y sentir miedo a ser despedido.
¿Cómo darme cuenta que padezco estrés laboral? Existen varios síntomas para detectar este tipo de estrés, por ejemplo, la ansiedad, el miedo constante, la irritabilidad, el mal humor, la frustración, el agotamiento, impotencia, inseguridad, desmotivación y la intolerancia son algunos de los síntomas emocionales.
Por otro lado, la disminución de la productividad, cometer errores, reportarse como enfermo, risa nerviosa, trato agresivo en las relaciones sociales, el llanto, apretar las mandíbulas, fumar o beber más de lo normal, son síntomas conductuales.
En cuanto a los síntomas cognitivos, se encuentran la dificultad de concentración, confusión, olvidos, pensamiento menos efectivo, reducción de la capacidad de aprendizaje y para resolver problemas.
Y por último, puede notar el estrés laboral cuando sus músculos están contraídos, tiene dolores de cabeza frecuentes, tiene problemas de espalda o cuello, malestar estomacal, fatiga, palpitaciones, respiración agitada, agotamiento, aumento de la presión sanguínea, problemas de sueño, y ya en un grado mayor de estrés puede notar problemas cardiovasculares y deterioro en la memoria. Todos estos síntomas son fisiológicos.
Si usted tiene varios de estos síntomas, es muy probable que tenga este estrés, pero no es cosa de otro mundo, ya que existen muchas maneras para manejar el estrés laboral.
Puede tomarse un descanso, esto puede ayudar a refrescar su mente, puede salirse unos minutos a caminar y respirar aire fresco, si no puede abandonar su zona de trabajo, puede cerrar los ojos un momento y respirar profundamente.
Establezca metas razonables, para evitar frustraciones si no se cumplen, trabaje con su jefe y compañeros para establecer objetivos alcanzables.
Administre el uso de la tecnología ya que los teléfonos celulares y la computadora pueden hacer que sea más difícil concentrarse en su trabajo.
Si sus condiciones laborales son demasiado riesgosas o incómodas, ponga un límite, coménteselo a su jefe o a la gerencia para que puedan resolver el problema.